miércoles, 29 de agosto de 2012







Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.
[Paulo Coelho]





Nuestras decisiones condicionan nuestra vida y la de aquellas personas que tengamos cerca. Somos vulnerables sin conocimiento de todo cuanto nos rodea. En 1930 un escritor, Frigyes Karinthy, introdujo una teoría en uno de sus cuentos. La teoría de los seis grados de separación, en ella detalla que cualquier persona está unida a otra, independientemente del lugar del mundo en el que se encuentre, con un máximo de 5 intermediarios.  De esta manera, todos somos parte de todos, es decir, formamos parte de la vida de otras personas, y hagamos lo que hagamos estamos cambiando el rumbo de nuestra vida y de sus vidas. Y no, no estoy loca.  También es muy conocida la teoría del caos, que resumidamente nos detalla que una pequeña variación en un sistema caótico puede provocar que el sistema evolucione de manera totalmente diferente al esperado. Así que nuestras decisiones pueden variar el rumbo de la vida de quienes nos rodean. Es posible que conozcáis esta teoría como efecto mariposa, ya que gracias a un proverbio chino todos lo conocemos,"el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo".Si unimos la teoría de los seis grados de separación y la teoría del caos, obtenemos mi teoría. Bueno, no es mía, solo os la estoy mostrando. :) Pienso que la vida es la unión de ambas teorías. Y he de recalcar, que esta unión no tiene porque traer malas connotaciones. No tiene porque ser algo malo,  no tiene porque el aleteo de una mariposa causar un tsunami en el otro lado del mundo, también puede causar una preciosa lluvia de estrellas.Si vamos un poco más allá, podemos explicarla con nosotros mismos. Todos nosotros hemos sido bendecidos por un don, el don del caos, si, lo sé, que facilidad tengo de inventarme cosas. Pero ya veréis que es un buen don. Todos nosotros somos capaces de provocar felicidad, miedo, frustración, bienestar, amor, culpa...En definitiva, todos llevamos una mariposa dentro. Y si no queremos que nuestro aleteo eclipse el vuelo de otras mariposas tenemos que ser positivos, porque todos estamos unidos, y nuestros actos puede repercuten en el mundo entero. La vida es bella y hay que vivirla intensamente. Carpe Diem. 


Kidita

1 comentario:

  1. Qué buenas comparativas, me encanta como escribes de verdad lo haces genial. Y eso es cierto, yo tb creo que todos repercutimos en la vida de todos... de un modo u otro...

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